¿Cómo pasamos de una sociedad en donde las calles estaban llenas de estiércol de caballo a calzadas pavimentadas?
¿Cómo acortamos exponencialmente el tiempo para trasladarnos de punto A a punto B?
La solución: El automóvil y su fabricación en masa.
Remontándonos un poco al pasado, el primer auto fue fabricado por el francés Nicolas-Joseph Cugnot en 1769; un vehículo de 3 ruedas propulsado por vapor. Luego vino el primer auto con un motor normal y así fueron apareciendo una gran cantidad de inventores que aportaron su granito para moldear el automóvil que llegó al punto crucial cuando se inició la producción en masa que permitió que este medio de transporte redujera su precio drásticamente y se comercializará a las masas: El Ford Model T.
En esas mismas fechas, en Honduras todavía reinaba la carreta y el caballo. Imagínense caminar por las calles sucias y lodosas, no era algo bonito, pero me imagino que era algo socialmente aceptado ya que no había otra opción.
La llegada a Honduras del primer automóvil se retrasó hasta la primera década del siglo XX. Si bien existen varios reportajes en internet sobre este magno evento, la mayoría muestran una fotografía de un auto de una época diferente y fue la razón de muchas horas de trabajo investigativo para lograr dar con la información correcta.
Llega el 26 de marzo de 1905 y un empresario suizo que se mudó a Honduras a finales de la década de los 1800 llamado Jules Albert Villars Opplinger, se inmortaliza al importar el primer auto en la historia de las tierras catrachas. Don Julio como era conocido en Tegucigalpa, era un hombre muy creativo e ingenioso. Fue quien instaló las primeras líneas telefónicas en la capital y se convirtió en el director y fundador de la Escuela de Artes y Oficios de Honduras.
Adicional al auto, Don Julio también tuvo que haber importado herramientas y suministros para el mantenimiento, como lubricantes, grasas y ruedas; ya que, por razones obvias, no existían esos productos en el comercio local.
El auto por ser de origen europeo tuvo que haber entrado por Puerto Cortés, sin embargo, no existía una carretera que conectase a este puerto con la capital donde residía don Julio.
Algunos historiadores relatan que el auto ingresó a nuestro país por el puerto de San Lorenzo ya que, en 1903 el presidente Manuel Bonilla recién había inaugurado la carretera desde la capital hasta este puerto, posiblemente lo que dio pie a la idea de importar un automóvil.
Podemos adivinar que el auto fue trasladado por el atlántico hasta alguna ciudad de la costa este de Estados Unidos como Nueva York, de donde el auto cruzó en tren hasta la costa oeste para ser embarcado hasta nuestro puerto. Descartaríamos el traslado por México dado las tensiones que existían previo a la revolución y el poco conocimiento del Sr. Villars del territorio mexicano.
Gracias a las buenas personas de la hemeroteca nacional y su gentileza y amor por la historia, tuvimos acceso a los periódicos de estas fechas y fue ahí donde logramos viajar al pasado por medio de los relatos, noticias y acontecimientos que aparecen en estos rotativos, donde fuimos poco a poco encontrando pequeñas pistas relacionadas al auto. Realmente es increíble poder viajar al pasado al leer las hojas de un periodico de más de 100 años de antigüedad.
Logramos conocer que no solo se introdujo el primer automóvil sino también el primer camión de trabajo del cual no se tenía mayor información, pero podríamos sospechar que podría ser de la misma marca del auto según relata la cápsula en “Misceláneas Noticias” del Diario de Honduras.
Esto lo confirma la noticia que aparece en el periódico del 29 de marzo de 1905, 3 días posterior a la fecha de la entrada del auto, donde algo muy singular nos captó la atención y es que la nota dice que estos (plural) estarían arribando proveniente de El Salvador, y no por el Puerto de San Lorenzo.
Lastimosamente en estas fechas los periódicos no publicaban fotos, razón por la cual a este momento no teníamos más que datos y relatos. Seguimos buscando en internet ya que parecía que no existía otra fuente y un día nos tropezamos con un comentario sobre este preciso tema y una pequeña imagen que sin duda coincidía con los autos de la época en que se tenía registro de su entrada; imagen que difería por completo de algunos pequeños reportajes que encontrábamos ya que mostraban autos posteriores a 1920.
Esta borrosa y poco ilustrativa imagen carecía de sustento ya que no se sabía de qué periódico provenía y no tenía texto que la fundamentase, pero en ese momento y como todos buenos detectives, nos tocó seguir la pista.
Pasaron varios días de desvelo donde comparábamos incesantemente esta imagen con otros autos de estos años, y luego de varias noches de desvelo le “pegamos al gordo”, ahí estaba frente a nosotros una ilustración un poco vaga del auto de la fotografía.
Sin embargo, persistía la duda si ese realmente era el auto ya que no teníamos una fuente confirmada y fue hasta nuestra visita al museo de antropología e historia en Villa Roy donde perseguíamos la historia de los autos presidenciales, que conocimos a uno de los mayores conocedores e historiadores de los autos en Honduras: el Abogado German Planas.
Fue este preciso momento donde el abogado Planas nos mostró un periódico que data de 1936 en donde aparecía la misma foto del auto en la historia del fallecimiento de Don Julio. Fue ahí donde coincidimos con el Abogado de que este auto provenía de la fábrica de autos Hispano Suiza ubicada en Barcelona.
El 14 de junio de 1904, un grupo de industriales españoles encabezados por el Sr. Damián Mateu, y D. Francisco Seix, fundaron en Barcelona, la sociedad anónima La Hispano Suiza fábrica de automóviles. La dirección técnica recayó en el prestigioso ingeniero Marc Birkigt de origen suizo, quien con anterioridad había diseñado un automóvil para la empresa del Sr. La Cuadra, del que únicamente se fabricaron cuatro unidades en el año 1900, y que se considera como el antecesor de los Hispano Suiza.
Los Hispano Suiza -desde sus comienzos-, figuraron entre los más veloces, elegantes y prestigiosos automóviles de la época. El motor de 4 cilindros conformado por dos bloques de dos cilindros y un tamaño de 2,212 centímetros cúbicos, tenía una potencia de 14 caballos de fuerza, que según datan los registros, le permitía lograr alcanzar velocidades de hasta de 87 km/h. La transmisión era de dos velocidades y contrario al habitual sistema de cadenas utilizados en esa época, este auto tenía un novedoso sistema de juntas de cardan.
Las personas que aparecen en la foto de portada (que posiblemente fue tomada por una Kodak Brownie) son: Don Julio al volante acompañado por su amigo Nicolas Cornelsen (comerciante y primer vicepresidente de la cruz roja), la esposa de don Nicolas y el pequeño Nicolasito a la par.
Queda un mundo entero de interrogantes en relación a este auto y los subsiguientes, que luego que la población vio su practicidad y velocidad, fueron arribando poco a poco. Sería como encontrar un tesoro, lograr dar con el paradero de los restos del Hispano Suiza, sin embargo, dado el tiempo es casi seguro que estaría en condiciones irreconocibles.
Creemos importante que adicional a la historia de este auto, el relato del primer viaje entre Tegucigalpa y San Pedro Sula aporta una historia fascinante sin embargo dejaremos esta novela para el futuro.
Para identificar mejor las características de un auto, es importante conocer cómo se identifican por era; clasificación que nos ayudó en el proceso de investigación del Hispano Suiza.
Autos por ERA
Veterana: Producidos previo a 1905, comúnmente llamados carruajes sin caballos, la gran mayoría fueron producidos en Francia de donde despegó la fabricación; se dice que hacia 1903 el 48% de la producción mundial fue de origen francés.
Bronce: Data desde 1905 hasta 1914 y su característica principal es el uso extenso de bronce para piezas del auto como radiador y luces. En esta época se generaliza la configuración de motor frontal y tracción trasera. Nace la ignición eléctrica, ya no más brazos quebrados por intentar encender un auto con manivela. Es una era de transición del uso de madera en los chasis a emplear acero. Nace el modelo T y revoluciona la producción en masa.
Pasaron varios días de desvelo donde comparábamos incesantemente esta imagen con otros autos de estos años, y luego de varias noches de desvelo le “pegamos al gordo”, ahí estaba frente a nosotros una ilustración un poco vaga del auto de la fotografía.
Sin embargo, persistía la duda si ese realmente era el auto ya que no teníamos una fuente confirmada y fue hasta nuestra visita al museo de antropología e historia en Villa Roy donde perseguíamos la historia de los autos presidenciales, que conocimos a uno de los mayores conocedores e historiadores de los autos en Honduras: el Abogado German Planas.
Fue este preciso momento donde el abogado Planas nos mostró un periódico que data de 1936 en donde aparecía la misma foto del auto en la historia del fallecimiento de Don Julio. Fue ahí donde coincidimos con el Abogado de que este auto provenía de la fábrica de autos Hispano Suiza ubicada en Barcelona.
El 14 de junio de 1904, un grupo de industriales españoles encabezados por el Sr. Damián Mateu, y D. Francisco Seix, fundaron en Barcelona, la sociedad anónima La Hispano Suiza fábrica de automóviles. La dirección técnica recayó en el prestigioso ingeniero Marc Birkigt de origen suizo, quien con anterioridad había diseñado un automóvil para la empresa del Sr. La Cuadra, del que únicamente se fabricaron cuatro unidades en el año 1900, y que se considera como el antecesor de los Hispano Suiza.
Los Hispano Suiza -desde sus comienzos-, figuraron entre los más veloces, elegantes y prestigiosos automóviles de la época. El motor de 4 cilindros conformado por dos bloques de dos cilindros y un tamaño de 2,212 centímetros cúbicos, tenía una potencia de 14 caballos de fuerza, que según datan los registros, le permitía lograr alcanzar velocidades de hasta de 87 km/h. La transmisión era de dos velocidades y contrario al habitual sistema de cadenas utilizados en esa época, este auto tenía un novedoso sistema de juntas de cardan.
Las personas que aparecen en la foto de portada (que posiblemente fue tomada por una Kodak Brownie) son: Don Julio al volante acompañado por su amigo Nicolas Cornelsen (comerciante y primer vicepresidente de la cruz roja), la esposa de don Nicolas y el pequeño Nicolasito a la par.
Queda un mundo entero de interrogantes en relación a este auto y los subsiguientes, que luego que la población vio su practicidad y velocidad, fueron arribando poco a poco. Sería como encontrar un tesoro, lograr dar con el paradero de los restos del Hispano Suiza, sin embargo, dado el tiempo es casi seguro que estaría en condiciones irreconocibles.
Creemos importante que adicional a la historia de este auto, el relato del primer viaje entre Tegucigalpa y San Pedro Sula aporta una historia fascinante sin embargo dejaremos esta novela para el futuro.
Para identificar mejor las características de un auto, es importante conocer cómo se identifican por era; clasificación que nos ayudó en el proceso de investigación del Hispano Suiza.
Autos por ERA
Veterana: Producidos previo a 1905, comúnmente llamados carruajes sin caballos, la gran mayoría fueron producidos en Francia de donde despegó la fabricación; se dice que hacia 1903 el 48% de la producción mundial fue de origen francés.
Bronce: Data desde 1905 hasta 1914 y su característica principal es el uso extenso de bronce para piezas del auto como radiador y luces. En esta época se generaliza la configuración de motor frontal y tracción trasera. Nace la ignición eléctrica, ya no más brazos quebrados por intentar encender un auto con manivela. Es una era de transición del uso de madera en los chasis a emplear acero. Nace el modelo T y revoluciona la producción en masa.
Vintage: ¿por qué no le pusimos la palabra correcta en español? Sería de la Vendimia. ¿ya ven por qué? Bueno, esta era data desde 1915 hasta 1929. Como una constante evolutiva, muchos inventos dan forma a esta nueva modalidad de transporte. Dentro de estos se encuentran los frenos hidráulicos en 1919, la caja automática en 1922 y pasan de ser autos abiertos (90% en 1919) a modelos cerrados (90% en 1929). Esta era sufre debido a la declaración de la primera guerra mundial que requiere que las fábricas de autos dediquen sus líneas a elaborar armas y vehículos de guerra.
Pre Guerra: Data desde 1930 hasta 1946. Al igual que la anterior, esta época sufre con la guerra y la gran depresión de 1930. Este sencillo, pero devastador factor atrasó por muchos años la evolución de los autos, y para rematar hacia 1939 se viene la guerra más devastadora, sangrienta y cara de la historia de nuestro planeta. Esto causó que muchas marcas pequeñas desaparecieran y otras se fusionaran para unir fuerzas y tecnologías. En esta era surgieron autos emblemáticos como el Bugatti Tipo 7 que es considerado uno de los autos más hermosos y caros de la historia. También aparece la tan afamada cucarachita como una moción de Ferdinand Porsche y Adolf Hitler en construir el auto para las masas, de donde proviene el nombre de Volkswagen.
Datos Curiosos:
En 1915 la Hispano-Suiza lució un nuevo emblema que conformaba las banderas de España y Suiza, y la cigüeña en honor a una escuadrilla francesa de aviación equipada con motores Hispano-Suiza, que había destacado por sus victorias en la guerra con aviones que tenían pintados esta ave en el fuselaje.